
EL SOLTAR ES UN ARTE
El aprender a Soltar es un Arte.
Se asemeja a una partitura, donde todo cuenta: su ritmo, los tiempos, el todo.
Desde el pentagrama, hasta la última nota dibujada; desde la calidad de la hoja, hasta la tinta empleada.
Hay elementos que, por no ser musicales o de la melodía en si, parecerían no ser esenciales.
Y, sin embargo, conforman la estructura y el andamiaje, que sostienen esa Creación Final.
Sin ser notados, nunca, por la generalidad imperante, que solo aprecia el resultado.
Desde el suspiro del alma, que generó la idea, el café que enhebró las horas, el lápiz que garabateó los compases primeros…
Todo, Absolutamente Todo, CUENTA, como en el SOLTAR.
Lo que NO SE VE, en un mundo figurativo e inventivo como el actual, parecería ser inexistente, sin sentido, un “algo más”.
Y, sin embargo, suele ser lo más vital.
Lo invisiblemente oculto, arraigado en lo profundo, es lo que esconde el: “atarte a esas situaciones, que hoy sueltas”.
Es aquello que alimenta tu necesidad de tal nutrición, a la que luego intentas abandonar, sin nunca lograrlo desde su nacer.
Y te conformas, con la idea gestada“ era lo que necesitabas en ese ahora”… La frase que muestra, desde la espiritualidad, complaciente al Ego, que seguirás cayendo una y otra vez en patrones similares, hasta que destierres la necesidad aparente, para ser.
SOLTAR es un ARTE.
Y en un mundo que indica, que te expreses, aún no sabiendo las nociones y reglas básicas del Arte, es entendible que no se sepa soltar.
Que no se aprecie el Soltar.
Que no se Quiera Soltar.
El ARTE se adiestra, se estudia, te penetra. Si posees el don de ser artista, debes estudiar y anidar mil veces más conocimientos, para que la Cualidad y la Sustancia divina del Don explote, generando expansión sublime. A ti y a todos.
El ARTE es genuino, es noble. Se educa, pero existe o no existe.
Al SOLTAR le aplican las mismas reglas a las que se enfrenta el Alma: cuando el Alma pactó Sufrir, pactó DOLOR. Pactó Nunca Soltar.
El Soltar siempre es una mera opción: como el Arte.
Se lo aprecia, se lo conoce, se lo abraza, convirtiéndolo en la razón del existir. O se vive sin el, desde la ignorancia plena, que no genera incomodidad.
De las dos maneras, se vive pleno, porque son expresiones de libertad.
Cuesta aceptar. Cuesta tomarlo así.
Pero el SOLTAR es un ARTE.
Y se lo ABORDA de igual manera: con el respecto de la sacralidad expresada en él, con su compás de espera, y de manera Absoluta, deglutiéndolo por sangre, por piel, al Alma, hasta el Espíritu.
Es un desafío y hasta no lograr el éxtasis de quitar “eso creado”, sea arte o sea dolor, es IMPOSIBLE parar, detenerse.
Se lo quiere Fuera de Uno, para vaciarse y experimentar la libertad.
El Ser, sin “eso” que agobiaba al creador, forman parte del fin último…del arte y del caos nocivo.
Se lo quiere Fuera de Uno, para observarlo y “ver”, si nos sigue perteneciendo o hemos trascendido esa experiencia, cruzado la última barrera…en el arte y en caos.
Se lo quiere Fuera de Uno, porque se “comprende”, expulsándolo del alma, que hay más de “aquello a lo que le dedicamos atención primordial”, de vida y sangre… en el arte y en el caos.
Y desde Fuera de Uno, acomodado ya en si, se observa que, lo exteriorizado no nos define, como creíamos.
No nos acompañó, como expresábamos: era pura creación cautiva, para redefinirnos y atarnos a ese mundo inventado, a una razón, a un Ser….
Por MIEDO, en el Arte y en el Caos. Se traduce igual.
Y recién, en ese instante, se recibe la plenitud de comprender y 'aprehender' el PODER DEL SOLTAR…
Recibiendo, como regalo Divino, el PODER DE FLUIR, la antesala a la expresión plena de nuestra libertad de origen.
El SOLTAR es un ARTE.
El SOLTAR es un DON.
El SOLTAR es DIOS EN UNO, ACTUANDO.
Pide a los Ángeles este regalo. Solicita al Cielo este Don. Nada que realices, para tu soltar y fluir, será efectivo, será real, si antes no le reconoces su GÈNESIS DIVINO.
EL SOLTAR te somete al Cosmos.
El SOLTAR te ata a lo Divino.
El SOLTAR te instala en el FLuir…
y en el FlUIR, en TU FLUIR reina DIOS.
SOLTAR es un ARTE. Y el ARTISTA REAL, detrás de todo artista siempre, siempre, siempre es DIOS.
El Ser lo sabe. Quien desconoce la autoría y plagia siempre es el EGO.
En medio de ambos…la libertad para ejercerte, como decidas.
Elige siempre con el corazón, desde el Alma, para que tu Espíritu pueda, finalmente, despertar y Ser.
Autora: Marcela Stachuza.
“Notas del Ser, para Ser”
Bendiciones,
“El Cielo en la Tierra”
Marcela Stachuza
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